Sinopsis

Escrita en una prosa ágil y fuerte, Tocando fondo atrapa por el aliento trágico, no exento de un cierto lirismo, de sus personajes centrales (Lucrecia, Alejandro y Pablo), que viven sometidos a la imperturbable ley del destino, “marcado e inexorable como son los destinos de todos los hombres de la tierra”. A la búsqueda de la verdad personal y esperando una sinceridad que nunca llega, “el amor deja de ser amor cuando es uno solo el que se entrega”.

Publicada pocos meses antes de su muerte, Tocando fondo fue la única novela escrita por Graciela Saralegui y en ella demostró una originalidad poco común a la hora de expresar los sentimientos y la profundidad emocional de sus protagonistas.

 

Quisiera quedarme aquí,

barca de niebla dormida,

y con arena y gaviotas,

emborracharme la vida

Graciela Saralegui

Sobre la autora

Graciela María Saralegui Leindekar (Montevideo, 21 de setiembre de 1925 – Punta del Este, 6 de mayo de 1966) fue una narradora y poeta uruguaya.

Publicó a los 16 años su primer libro de poemas, Hilera de tréboles, que contaba con un poema a modo de prólogo de Fernán Silva Valdés e ilustraciones de varios artistas uruguayos, como Guma Zorrilla.

A los 20 años obtuvo, de parte del Ministerio de Instrucción Pública, un premio por su libro Mares vegetales, ilustrado con dibujos de Nerses Ounanian. Dos años más tarde, vuelve a obtener dicho premio, esta vez con su obra Silbidos azules.

En 1953 su publica su libro Sombras sin sueño, con viñetas de Ayax Barnes, con el que ganó el Concurso Hispanoamericano de Poesías, llevado a cabo en Ecuador. A mediados de esa década se establece en Punta del Este, donde fundó el Centro de Artes y Letras. Creó una colección editorial de cuadernos con obras breves de autores uruguayos, fruto de la cual se publicó en 1962, el cuento El cocodrilo de Felisberto Hernández con ilustraciones de Glauco Capozzoli.

En 1965 publicó la novela breve Tocando fondo, un libro “sombrío, pesimista, de un sordo y sarcástico apocalipsis de época” según lo definió Clara Silva.

Colaboró con varios diarios y revistas de Uruguay y dictó conferencias en varias ciudades latinoamericanas, como Montevideo, Quito, Guayaquil y Santiago de Chile.

Falleció en 1966 a causa de un accidente automovilístico. Al morir dejó inédito un libro de cuentos.

Reseñas

Por Sergio Chesán (Reseña de LitFem)

Por Alejandro Gortázar (sujetos.uy)


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